¿No sería maravilloso poder entrar a nuestra mente y controlar las emociones a nuestro antojo? Quizá podríamos evitar muchos problemas, o probablemente el drama aumentaría. Quién sabe. El punto es que ahora, Pete Docter (Up, Monsters Inc) ha dirigido una película donde al menos podemos ver cómo reaccionarían las emociones al momento en que simplemente nos echáramos a reír o llorar.
Una delicada obra audiovisual -producida por el reconocido Studio Ghibli- que conmueve con un bello mensaje de fe en la humanidad.
El cuento de la princesa Kaguya es una película que transmite las emociones de su protagonista mediante trazos artesanales, apoyados por una sutil banda sonora que acompaña momentos claves en el desarrollo del argumento. Una bella y enternecedora experiencia sensorial.
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